Dietas ganaderas para defenderse de la sequía

Publicado: 14/02/2023 10:27h. Lecturas: 3388

Es clave conocer las mejores opciones que se ajustan a los planteos que se llevan adelante en el campo.

Dietas ganaderas para defenderse de la sequía
uando se producen eventos climáticos de magnitud como fuertes sequías es necesario disponer de algunas herramientas que permitan amortiguar o superar estas emergencias. En esta nota se describirán las características nutricionales de diferentes alimentos disponibles en la región pampeana y extra-pampeana de la Argentina. En todos los casos, se debieran buscar estrategias que sean pertinentes al estado de emergencia y situación financiera de cada empresa.

Entre los principales integrantes de una dieta ante una fuerte sequía se destacan y por orden de importancia:

Fuentes fibrosas: frente a una “emergencia climática” todas las fuentes fibrosas (henos-rollos y fardos-, silajes de planta entera o rastrojos de cosecha fina y gruesa) son útiles y cumplen un rol “clave” en el metabolismo animal. Incluso, muchos forrajes naturales (paja vizcachera, pasto puna, flor amarilla, cardo ruso, olivillo, etc.) pueden ser utilizados con excelentes resultados, aunque vayan aportar solamente fibra.

El rol de la fibra, independiente de su calidad, favorece la masticación (efecto mecánico) y con ella, la producción de saliva que tiene sustancias amortiguadoras o buffer (bicarbonato de sodio, fosfatos y carbonatos), imprescindible para evitar acidosis (empacho) cuando se usan concentrados en altas proporciones.

Las fuentes fibrosas de menor calidad como los henos o rastrojos de cosecha fina y gruesa, de pasturas muy pasadas, pastos naturales, etc. tienen, en promedio, 86-90% de materia seca, 2-8% de proteína bruta, 45-55% de digestibilidad y 65-75% de fibra (FDN). Mientras que los silajes de planta entera de maíz o sorgo, normalmente, tienen buenos niveles energéticos (digestibilidad 65-75% y almidón 20-35%), bajos de proteína bruta (6-10%) y un adecuado contenido de fibra (Fibra Detergente Neutro -FDN- 45-55%).

Para aprovechar eficientemente cualquiera de estas fuentes fibrosas estamos evaluando “exitosamente” un aditivo líquido (energético, proteico y mineral) que no sólo permite aprovechar esa fibra de baja calidad, sino que además aporta 40-42% de proteína bruta (similar al pellet de soja), 3,2 megacalorías (Mcal) de energía metabolizable (EM) (similar al grano de maíz) y un amplio perfil de minerales.

El pellet (harina) de girasol es un excelente suplemento proteico (30-34%), con un moderado nivel de digestibilidad (70-75%) y de energía (2.5 a 2.7 Mcal EM/kg MS) y bajos niveles de grasa (menor al 1%). Este suplemento proteico es muy adecuado para alimentar desde vacas lecheras hasta animales en crecimiento y terminación. Lo ideal es agregar a la dieta algún grano de cereal para aportar el almidón que éste carece.

Las malterías generan un subproducto llamado raicilla o pellet de cebada, que es un residuo posterior a la germinación de la cebada y la extracción de la malta. Está considerado como uno de los mejores alimentos balanceados “naturales” que existe en el mundo. El nivel proteico varía entre 18 al 26% y tiene un adecuado nivel de energía (digestibilidad ±75% y almidón ±25-30%). Se recomienda para cualquier categoría de animales (terneros de destete precoz, destete anticipado, engorde, crianza artificial de tambo, vacas lecheras, etc.), especialmente, los de altos requerimientos.

El poroto de soja “crudo” y sojilla (soja partida) se puede usar hasta al 0.3% del peso vivo (ej. un animal de 300 kg puede consumir hasta 900 gramos/cabeza/día) sin causar ningún problema. Se caracterizan por tener un alto contenido proteico (30 a 34%) y energético (2.5 a 2.7 Mcal EM/kg MS), aunque la mayor limitante es el alto nivel de grasa (18 al 20%) que restringe su empleo hasta el nivel citado.

Al igual que el pellet de girasol, al poroto de soja crudo o sojilla se lo puede emplear con todas las categorías de animales, siempre y cuando se lo acompañe con granos de cereal para mejorar el nivel energético de la dieta y se respete la cantidad descrita arriba.

Además, existen otros subproductos proteicos que se pueden usar con excelentes resultados como el pellet o harina de soja (40-45% de proteína), torta de soja (35-38%), harina de maní (50-52%), copos de sorgo (24-28%), semilla de algodón (22-25%), harina de algodón (38-42%), corn gluten feed y corn gluten meal (21-25 y 41- 60% de proteína, respectivamente), entre otros.

Una vez que se resuelve la fuente fibrosa y proteica, recién en ese momento deberíamos pensar en agregar algún grano de cereal, cuya proporción en la dieta dependerá de la categoría animal.

La composición nutricional (media) de los diferentes granos (maíz, trigo, sorgo, cebada y avena) varía entre los siguientes rangos: materia seca 88-90%, proteína bruta 8-10%, digestibilidad 78-90% y almidón entre 40 al 75%.

En situaciones de crisis (sequía o inundación), se puede usar cualquiera de los granos con excelentes resultados, tanto para leche como para carne.

El afrechillo de trigo proviene de la industria molinera, luego de extraer la harina. Tiene niveles moderados de energía (2.2 a 2.6 Mcal EM/kg de MS), de digestibilidad (70-75%), de almidón (18-24%) y de proteína (14 y 17%) y bajos de fibra (25 al 35% FDN).

El afrechillo de maíz está formado por una mezcla de afrecho de maíz, germen de maíz y parte del almidón del grano, lo que le confiere un suplemento de alto valor energético (2.6 a 2.8 Mcal EM/kg MS) con un nivel de grasa no inferior al 4% y entre 10-12% de proteína bruta. El problema más serio que existe es su baja disponibilidad en el mercado.

Luego de la extracción del grano de arroz pulido para consumo humano, quedan dos subproductos, la cáscara y el afrechillo de arroz. La cáscara, por su alto contenido en fibra y por problemas digestivos que ocasiona no es recomendado para alimentación de rumiantes. En cambio, el salvado o afrechillo de arroz (pericarpio que rodea a la semilla, parte de harina y el germen), tiene moderados a buenos niveles de energía (2.5 a 2.8 Mcal EM/kg MS) y de proteína (11 al 15%), alto contenido en grasas (7.7 a 22.4%) y en almidón (34.2 a 46.1%).

El autor es doctor en Ciencias Veterinarias especializado en Nutrición Animal, director Ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche)/ afmayer56@yahoo.com.ar //resalancursos@gmail.com. www.nutriciondebovinos.com.ar
lanacion.com.ar https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/dietas-ganaderas-para-defenderse-de-la-sequia-nid14022023/

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